Biodiversidad


 

Como parte fundamental del negocio forestal, nos comprometemos a una buena gestión ambiental, que se traduce en el respeto y cuidado de la biodiversidad. Ponemos al servicio de la sociedad todo nuestro conocimiento y experiencia, y trabajamos intensamente en determinar la presencia de especies amenazadas de flora y fauna, además de identificar, manejar y monitorear las Áreas de Alto Valor Conservación, que son todas ellas que por sus características de flora, fauna y geográficas poseen una importancia crítica en su cuidado.

En CMPC contamos con 114.160 hectáreas de bosque y vegetación nativa y 147.905 hectáreas de protección de cuencas, cursos de agua, flora, fauna y AAVC, lo que representa un 25% del total de nuestro patrimonio forestal.

En el caso de Chile, tenemos 14 AAVC biológicas. Conservamos una superficie total de 10.220 hectáreas, donde se resguarda flora y fauna vulnerable, como lo son el Pitao (Pitavia punctata) o Canelillo, el Ruil y el Hualo (Nothofagus glauca) o Roble Maulino, todas especies arbóreas endémicas de Chile, y el Huillín (Lontra provocax) conocido también como Nutria de agua dulce, dentro de la fauna.

En Brasil mantenemos cinco áreas AAVC biológicas, con presencia de aves y mamíferos vulnerables, lo que en conjunto reúne una superficie total de 1.808 hectáreas de AAVC biológicas. Destaca el de Barba Negra, que preserva 769,4 hectáreas de Mata Atlántica y tiene denominación de Reserva Particular del Patrimonio del Estado de Rio Grande do Sul.

En Argentina, contamos con 15 AAVC biológicas, las que en total conforman 9.430 hectáreas, destacando las áreas de patrimonio de la Península (3.320 hectáreas) y Timbauva (2.056 hectáreas) al norte de la provincia de Corrientes.

 

Manejo sustentable de las plantaciones

Nuestro patrimonio forestal equivale a un poco más de 1 millón de hectáreas entre Chile, Argentina y Brasil. Sin embargo, un 25% corresponde a bosques protegidos y conservados.

El manejo sostenible de estos suelos garantiza la protección de los bosques nativos y su biodiversidad, con el objetivo de que la madera se obtenga exclusivamente de plantaciones de origen controlado, libre de controversias y perfectamente trazables desde su origen hasta su destino final.

A través de diferentes certificaciones, aseguramos una operación armónica en los ámbitos económicos, social y ambiental, lo que implica que todas las plantas deben mantener una relación con las comunidades vecinas y fomentar la búsqueda de acuerdos con éstas, con el fin de mejorar la integración entre las tareas productivas y los programas de apoyo social de la empresa.