Forum EFE y Ladysoft: América Latina ante la tarea de desmontar los mitos sobre la menstruación


20 de octubre 2021.- Normalizar la menstruación y luchar contra la pobreza menstrual son algunos de los temas tratados en el EFE Fórum Mujer «Menstruación y Derechos Humanos en Latinoamérica», que fue organizado por la Agencia Efe y la marca de Softys de productos de protección femenina, Ladysoft. Tres expertas derribaron los mitos limitantes sobre la regla y reflexionaron sobre la necesidad de nuevas políticas públicas para hacer frente a problemas que atentan contra la dignidad de niñas y mujeres menstruantes.
En pleno siglo XXI, la menstruación continúa siendo un proceso que la sociedad, en el mejor de los casos, tapa con eufemismos y restricciones innecesarias, pero también es una excusa más para el maltrato, la desigualdad y la estigmatización de mujeres y niñas en todo el mundo.
«La mejor forma de derribar mitos y estigmas de la menstruación es partir por ayudarnos entre nosotras. Pero también es central crear conciencia, involucrando a hombres y mujeres, generar la discusión en la sociedad de esta problemática», dijo Nicole Sansone, gerente corporativo Negocio Personal Care y Sostenibilidad de Softys.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), una de cada cuatro mujeres en el mundo menstrúa cada mes entre dos y siete días, lo cual supone que tienen sangrado durante siete años completos de su vida.
El foro fue moderado por la subdirectora editorial de Agencia EFE para las Américas, Raquel Godos, y en él también intervinieron Natalia Moreno, economista y portavoz de #MenstruaciónLibreDeImpuestos (Colombia) y Ariadna Toro, publicista y vocera de la organización La Mancha de Chile.
Altos impuestos a los tampones y compresas, falta de acceso a agua y saneamiento, discriminación y falsos mitos sobre el sangrado son algunas de las realidades que aún se viven en Latinoamérica y que evidencian que los derechos menstruales son una asignatura pendiente.
Es la conclusión a la que llegaron las expertas .El hecho de que la regla aún no esté normalizada «socava muchos derechos, como la educación o el trabajo», pues hay niñas y mujeres que tienen que faltar a clase o a sus funciones laborales cuando menstrúan por falta de instalaciones, denunció Ariadna Toro, publicista y cofundadora del colectivo la Mancha de Chile.
«La menstruación digna debe ser un derecho y será un derecho en América Latina, dado que afortunadamente contamos con decenas de colectivos feministas que luchan por ello», indicó Natalia Moreno, economista especialista en género y vocera del movimiento colombiano Menstruación sin Impuestos.
Para Nicole Sansone, el debate no solo debe centrarse en la disponibilidad de productos de higiene femenina, sino que su abordaje debe ser «más integral» y atender también la falta de acceso al agua y saneamiento que sufren millones de mujeres en la región, sobre todo en zonas rurales.
Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), de los 667 millones de habitantes de la región, 166 millones no tienen acceso a agua potable gestionada de manera segura y 443 millones de personas a saneamiento.

 

 

EL PODER DE LAS MARCAS PARA NATURALIZAR
La pobreza menstrual se ha agravado con la pandemia, que ha elevado la pobreza femenina en Latinoamérica a niveles inéditos en una década, según las expertas.
De ahí que es más necesario que nunca visibilizar el problema y potenciar las alianzas público-privadas y las colaboraciones entre organizaciones sociales y marcas, porque estas últimas han cumplido un rol clave en desmitificar la menstruación.
El primer gran salto que se dio en este sentido, explicó la gerente de Softys, «fue cuando se empezó a mostrar en los anuncios que la sangre no era azul, sino roja, y empezamos a mostrar que las mujeres podíamos hacer nuestra vida normal cuando menstruamos».
«Es importante que no se vea solamente como un tema femenino, es un tema de sociedad cuando hablamos de educar no es solo a mujeres, también a hombres», señaló.